El Perito Judicial
El perito judicial cumple una función indispensable en el desarrollo de cualquier procedimiento judicial, aportando sus conocimientos como especialistas en temas concretos.
Principalmente, la intervención de un perito judicial suele requerirse por parte del juez tanto oralmente como por escrito a través de informes periciales, aunque las peritaciones también pueden realizarse a petición de las partes.
En cualquier caso, independientemente de la motivación de la llamada, el nivel de especialización esperado en las peritaciones judiciales obliga a una diversificación amplia en la clasificación de los peritos judiciales en función de su área de conocimiento: economía, mercado laboral, seguros, medicina, tasación, administrador concursal, administrador judicial, propiedad industrial, propiedad intelectual, informática, caligrafía, lingüística, grafología, ingeniería, criminología, etc.
El perfil de los peritos judiciales
La labor de un perito judicial es compleja, por lo que se necesita reunir en un mismo perfil competencias y habilidades muy diversas.
Ciertamente, el peritaje judicial requiere de un conocimiento especializado en el área a tratar en las peritaciones, siempre desde una perspectiva científica que abarque un amplio espectro.
La capacidad de análisis y la inclusión de elementos interdisciplinares son también deseables en el perfil de los peritos judiciales, sin dejar de lado otros requisitos relacionados con las habilidades sociales y comunicativas necesarias para realizar informes periciales o intervenciones presenciales en juicios o eventos relacionados con su especialidad.
¿Cuando solicitar una peritación judicial?
Siempre y cuando el juez lo apruebe, las partes interesadas en un procedimiento pueden recurrir al peritaje judicial cuando necesiten demostrar técnicamente que sus argumentos y documentos son veraces.
Asimismo, los servicios de un perito judicial son necesarios fuera del ámbito jurídico.
¿Por qué llamar a un perito de parte?
Frente a la designación judicial del perito, el nombramiento del perito de parte presenta diversas ventajas:
- Permite seleccionar un especialista adecuado con la formación académica, la experiencia, los recursos y los conocimientos técnicos apropiadas. De esta forma, los informes de las peritaciones judiciales realizados a instancia de las partes se adaptan mejor a las necesidades de cada caso, ofreciendo una mayor garantía.
- Facilita la colaboración directa entre el perito y el abogado, pudiendo este último sugerir cambios en el dictamen o realizar las revisiones que considere oportunas del mismo. Una ventaja que no está asegurada cuando el juez designa al perito judicial.
- Permite conocer la fecha de exposición del informe pericial con exactitud, amén de manejar directamente los plazos de entrega del dictamen pericial y el estado en el que se encuentra la peritación en todo momento. Este control es prácticamente imposible cuando la intervención del perito se produce a instancia de la autoridad judicial.
- Da libertad para negociar los honorarios del perito o elegir otro que se adapte al presupuesto. Cuando el juez designa al perito, es complicado conocer con antelación a cuánto ascenderán los susodichos honorarios o, si procede, la provisión de fondos. Ante una cantidad excesiva, cabría rechazarla (perdiendo la posibilidad de elegir a otro perito) o impugnarla.